El mejor regalo que he recibido

Mujeres jóvenes en fases avanzadas de rehabilitación social participan en un programa de la UTA para la rehabilitación de adolescentes en situación de angustia.

The Bob Shapell School of Social Work - TAU
The Bob Shapell School of Social Work - TAU

Orit (izq.) y Miri, dos de las  participantes en el programa
Orit (izq.) y Miri, dos de las participantes en el programa

En la ceremonia de la primera graduación de la iniciativa «Niñas para niñas», un programa de la UTA para adolescentes en situaciones riesgosas administrado desde hace tres años por la Escuela Bob Shapell de Asistencia Social, dijo Mally, una de las graduadas: «Este programa nos ha permitido a jóvenes abusadas o ignoradas expresar nuestras opiniones y hacernos oír. También refleja la toma de conciencia de la sociedad sobre el hecho que, como víctimas en proceso de recuperación, tenemos suficiente experiencia y capacidad para ayudar a otras jóvenes».

Revital, otra graduada del programa, agregó: «Una niña que tuvo una infancia difícil piensa diferente. Si he logrado ayudar aunque más no sea a una niña en este programa, estoy segura que ha sido más efectivo que cualquier tratamiento psicológico».

La meta del programa es entrenar a jóvenes entre 16 y 20 años cuyas vidas fueron sumamente problemáticas y que se encuentran en una fase avanzada del proceso de rehabilitación, para que cumplan el rol de tutoras de otras jóvenes en situación similar. Michal Komem, una de las directoras del programa, sostiene que «estas muchachas, tanto las tutoras como las que son ayudadas, han perdido la fe en su capacidad de autorecuperación y en su fortaleza interna, ya sea como resultado de abuso físico o emocional, por haber sido rechazadas por sus familias o por haber abandonado los marcos de educación formal. Este programa les devuelve dicha fe».

El programa está dirigido fundamentalmente a tres grupos: las jóvenes que son entrenadas para la función de tutores, para quienes el programa es un paso adicional en el proceso de recuperación y fortalecimiento; las niñas en situaciones angustiosas, para quienes sus colegas mayores constituyen un símbolo de esperanza; y los asistentes sociales, que obtienen una nueva perspectiva al trabajar con ambos grupos.

Las directoras del programa, Dra. Miriam Golan de la Escuela Shapell y Michal Komem de Ashalim, la Asociación para el Desarrollo de Servicios para Niños y Adolescentes en Peligro, una de las instituciones que colaboran con el programa, destacan que la literatura profesional sobre el tratamiento de jóvenes en peligro recomienda en la mayoría de los casos un modelo terapéutico basado en una contacto cercano y en confianza mutua. «El programa permite formar relaciones con otras jóvenes que vivieron situaciones similares y que, por lo tanto, hablan el mismo idioma. Esto ayuda a aliviar la sensación de aislamiento y culpa derivadas del comportamiento no-normativo», dice la Dra.Golan. Si bien estas jóvenes pueden desarrollar relaciones cercanas con asistentes sociales profesionales, las investigaciones demuestran que las relaciones con otras jóvenes que han experimentado vivencias similares son especialmente efectivas, ya que las niñas comprenden que sus problemas no son patológicos y que pueden ser resueltos.

Modelos positivos

«La idea de trabajar con tutoras es una manera de reconocer su capacidad de demostrar empatía hacia niñas que actualmente están atravesando situaciones de crisis que les son conocidas por experiencia propia y de transformarse en modelos positivos. Al mismo tiempo las mentoras obtienen un beneficio terapéutico para sí mismas», agrega la Dra. Golan.

El programa tiene dos años de duración y consta de un año de estudios en la Universidad y un año de preparación práctica en condiciones de internado. Los estudios abarcan materias como psicología, sociología, legislación, muticulturalismo e inmigracón, delincuencia, abuso de drogas y problemas relacionados con la participación en marcos educativos. En el presente año académico comenzaron sus estudios 60 jóvenes, y otras 40 están completando el año de preparación práctica, sirviendo ya como tutoras en diversas instituciones de bienestar público y refugios para niñas jóvenes.

El programa es implementado por estudiantes de B.A. y M.A. en Asistencia Social de la Escuela Shapell que reciben becas a cambio de su participación. La Escuela le ofrece a las graduadas cursos en computación donados por Bezeq, la Corporación Israelí de Telecomunicaciones.
«Este es el mejor regalo que he recibido en mi vida», dice Liana, una de las graduadas. «Un regalo que incluye un proceso de aprendizaje, amigos, vivencias, una perspectiva diferente de la vida y recuerdos agradables».