Más negocios y menos política, clave en relación México-Israel

El que Israel sea este año la segunda fuente de inversión extranjera en México, con poco más de dos mil millones de dólares, se debe a que ambas partes han priorizado la economía sobre la política, expuso Uzi Rabi, director del Centro Moshe Dayan de la Universidad de Tel Aviv.

Este cambio en el enfoque de las relaciones entre naciones, de anteponer la economía frente a la geopolítica está ocurriendo en todo el mundo, dijo el especialista en África y Medio Oriente.

En entrevista con El Financiero, añadió que para reforzar este nexo que comienza a dar visos de rendir frutos en el largo plazo, se debe dar preferencia a la relación uno a uno donde México puede beneficiarse de la pericia israelí en agricultura, seguridad, innovación y planeación económica.

México está en una fase transitoria, que está pasando de un sistema conservador a uno más modern.

Actualmente, las firmas Netafim y Naandanjain, que comercializan sistemas de riego para el campo, son algunas de las compañías israelíes presentes en México.

En tanto, a principios de este año el laboratorio TEVA adquirió a la mexicana RIMSA por más de dos mil millones de dólares.

¿Qué oportunidades hay en México para el capital israelí, qué imagen se tiene allá?

México es un país enorme, hay mucho dónde invertir. Aunque Israel no es necesariamente un país de inversionistas puedo decirte que México e Israel, junto con algún tercer socio podrían crear una especie de triada en cuanto a temas económicos.

Israel es fuerte en el manejo, desalinización y eficiencia de agua.

¿En qué sectores México puede cooperar más con Israel?

La agricultura es una de las áreas más importantes dónde cooperamos. Lo segundo es la industria con un énfasis en la alta tecnología e innovación.

El tema de alta tecnología en el que se digitalizan las cosas, las haces más eficientes, con mucho menor fuerza laboral, con mayor equipamiento, más tecnificación, es básicamente en lo que los israelíes nos especializamos y hay muchos compradores de estos conocimientos. México está en una fase transitoria, se trata de un Estado que está pasando de un sistema conservador a uno mucho más moderno; esta fase de transición también se ve en África, Latinoamérica y Europa del Este.

Estos Estados se están moviendo de un modo de producción más tradicional a uno más moderno que se basa en dos cosas: menos mano de obra y más máquinas, por lo que la tecnología de punta hará el trabajo.

¿Qué pasará con este cambio donde se antepone la tecnificación a la mano de obra?

Al mismo tiempo tienes que pensar en la gente porque muchos van a perder su empleo. Se tienen que idear alternativas para hacer que esta gente no se retire, sino que puedas desarrollar programas acordes a la edad y capacidades de estas personas con los que los puedas seguir contratando y atiendas el problema de desempleo que también es un problema para el Estado. Muchos de ellos podrían ser redirigidos al turismo y a los servicios. Se trata de un gran plan y creo que lo que Israel también vende es la estrategia del uso de la fuerza laboral.

¿Qué deben buscar ambas partes para aumentar la relación comercial?

Sabemos lo que ambas partes necesitan, hay un efecto de mutualidad en proceso y no hay un precio que debamos pagar por eso, ambas partes van a salir beneficiadas, esa es la fórmula. Ya no estamos en la Guerra Fría y no tenemos bloques, es un mundo abierto donde cada quien hace sus propios esfuerzos, por lo que el cielo es el límite.

¿Qué perspectivas económicas y políticas tiene de la relación México-Israel? En lo que va del año Israel es la segunda fuente de inversión extranjera, después de Estados Unidos.

El mundo está cambiando, la geopolítica se encuentra con la economía en un escenario totalmente diferente al que solíamos tener en el siglo 20.

En el siglo 20 la geopolítica impidió que muchos Estados hicieran negocios con otros países porque ésta tuvo la mano ganadora. En la actualidad los Estados están muy ansiosos por su supervivencia y la economía es el nombre del juego.

Tienes aquí una diversidad totalmente diferente donde los Estados se están alineando tácticamente sin hacer todo ese cálculo geopolítico, por lo que puedes hablar con Israel y ser mucho más cercano en seguridad, cultura y todo.