Las mujeres «agradables» ganan menos que sus pares más asertivas

Un nuevo estudio de la UTA confirma que las mujeres agradables son las que pierden.

Tel Aviv. Una reciente investigación demuestra que, cuanto más agradable o conciliadora sea una mujer en el trabajo, es más probable que su salario resulte más bajo. Esta nueva investigación, publicada en The European Journal of Work and Organizational Psychology, analiza las inconsistencias de estatus que se dan entre los hombres y las mujeres desde una óptica que aborda las características tradicionales de los hombres y de las mujeres.

Las mujeres dominantes, asertivas, que claramente expresan sus expectativas y no ceden en sus demandas, son recompensadas mejor que sus pares más conciliadoras. De acuerdo con los investigadores, lo mismo se aplica a los hombres que se imponen en comparación con sus compañeros más flexibles, pero, incluso las mujeres que se hacen valer ganan mucho menos que todos sus colegas masculinos, dominantes o no.

El estudio fue dirigido por el profesor Shaul Toker, de la Escuela de Administración de Empresas «Coller» de la UTA; por la doctora Michal Biron, del Departamento de Administración de Empresas de la Universidad de Haifa, y por la doctora Renée De Reuver, del departamento de Estudios en Recursos Humanos de la Universidad de Tilburg en los Países Bajos.

¿Todo bien queda si eres una seda?

El profesor Toker afirma lo siguiente:
Hemos sido testigos de cambios dramáticos en lo que refiere a la definición de cualidades tradicionalmente masculinas o femeninas en las últimas décadas. Sin embargo, algunas personas se siguen aferrando a la idea de que algunas cualidades son exclusivas de los hombres mientras que otras son exclusivas de las mujeres. Algunas mujeres profesionales aún tienen miedo de demostrar rasgos que son incongruentes con las supuestas nociones del carácter femenino. El resultado es la retribución financiera.

«Hemos observado que las mujeres no son conscientes de que se castiga a aquellas más conciliadoras por el hecho de ser agradables», señala la doctora Biron. «Las mujeres apacibles que encuestamos durante nuestro estudio incluso creían que ganaban más de lo que se merecían.»
Para los propósitos de este estudio, los investigadores encuestaron a 375 hombres y mujeres de una compañía holandesa multinacional del sector de los electrónicos, que cuenta con 1390 empleados. Los sujetos fueron seleccionados al azar de entre los doce departamentos de la empresa.

Los investigadores hicieron uso de criterios objetivos y subjetivos para el estudio. En lo que refiere a los datos objetivos, analizaron la permanencia en el cargo, la educación, los datos de rendimiento relacionados con el ingreso, y las estadísticas de promoción. En lo que toca a los datos subjetivos, evaluaron cómo el individuo percibía la correlación entre educación, experiencia y rendimiento, por un lado, e ingreso y jerarquía, por el otro.

Más esfuerzo por menos retorno

La doctora Biron nos refiere los siguientes hallazgos:
Hemos encontrado que las mujeres eran menoscabadas en lo que refiere a su estatus, de forma consistente y objetiva, lo que quiere decir que ellas aportan más de sí mismas en el trabajo de lo que reciben, y obtienen en compensación menos que sus colegas varones en todos los niveles
«Pero a las mujeres dominantes no se las castiga por manifestar rasgos incongruentes con la femineidad, como la extroversión y la asertividad», agrega la doctora De Reuver, quien además menciona este hallazgo:

De hecho, observamos que, cuanto más dominante es una mujer en el trabajo, menos probable es que se la menoscabe por su jerarquía. Encontramos un patrón similar en el hombre. Cuando más este más se haga valer, es más probable que se vea mejor compensado. Sin embargo, resulta alarmante que se haya comprobado que las mujeres dominantes todavía ganen menos que incluso aquellos hombres conciliadores que no fueron promovidos.

En la parte subjetiva del estudio, casi todos los empleados respondieron que se sentían disconformes en lo que refiere a la relación entre esfuerzo y recompensa, pero las mujeres conciliadoras y no dominantes respondieron que sentían que ganaban demasiado.

«Esto nos dejó pasmados», acota el profesor Toker. «Los datos demuestran que ganan menos, mucho menos de lo que se merecen. Y ellas racionalizan la situación, lo que hace que sea menos probable que hagan las demandas correspondientes para recibir igual paga.»
Los investigadores esperan hacer la misma investigación en Israel y en los Estados Unidos.