Comprobado: La pantalla solar es tóxica para los arrecifes de corales

El estudio fue hecho por un equipo de científicos marinos de la Universidad de Tel Aviv, que incluyó al profesor Yossi Loya, también del Departamento de Zoología, el laboratorio ambiental «Haereticus» de Virginia, el Acuario Nacional (Estados Unidos), la Administración Atmosférica y Oceánica Nacional de los Estados Unidos, la Universidad «Ben Gurión» del Neguev, y otros laboratorios en los Estados Unidos.

Un día mortífero en la playa

Una persona que se pasa el día en la playa posiblemente use entre 30 y 60 gramos de pantalla solar si se la aplica cada dos horas después de nadar, secarse con la toalla, o transpirar copiosamente. Multipliquemos esto por la cantidad de bañistas en el agua, y ahí se hace patente el riesgo severo que se plantea al medioambiente.

«La contaminación por oxibenzona se da en la mayoría de los casos en áreas con bañistas, pero también se la observa en arrecifes de 8 a 32 millas de la costa cuando se filtra agua dulce submarina que tal vez esté contaminada con aguas servidas», afirma el doctor Bronstein, quien llevó a cabo experimentos de exposición con embriones de coral en el Instituto Interuniversitario de Eilat junto con el doctor Craig, del Laboratorio Medioambiental «Haereticus». «Este químico resulta sumamente tóxico para los corales jóvenes. Descubrimos cuatro grandes formas de toxicidad asociada con la exposición de corales bebés a este químico».

Las formas de toxicidad incluyen el blanqueamiento de corales, un fenómeno asociado a eventos de altas temperaturas en la superficie del agua como «El Niño», y a una mortandad generalizada de los arrecifes de coral. Los investigadores descubrieron que la oxibenzona hace que los corales sean más susceptibles a este blanqueamiento a bajas temperaturas, lo que los vuelve menos resistentes al cambio climático. También comprobaron que la oxibenzona daña el ADN de los corales, al neutralizar la capacidad que estos tienen de reproducirse, lo que desencadena una declinación generalizada en la población de corales.

El estudio también señaló que la oxibenzona funciona como «disruptor endócrino», lo que hace que los jóvenes corales se encierren dentro de su propio esqueleto y terminen muriendo. Por último, los investigadores encontraron evidencia de groseras deformidades provocadas por la oxibenzona: bocas de coral cinco veces más grandes que lo normal y saludable.

Basta con una gotita

«Descubrimos que la concentración más baja que se necesita para observar toxicidad es de 62 partes por billón, lo que equivale a una gota de agua en seis piletas olímpicas y media», sostiene Bronstein. Los investigadores advirtieron que las concentraciones de oxibenzona en las Islas Vírgenes de los Estados Unidos son 23 veces más altas que el mínimo que se considera tóxico para los corales.

«Las concentraciones actuales de oxibenzona en estos arrecifes de coral constituyen una amenaza ecológica significativa», afirma el doctor Bronstein. «Si bien se comprende que el uso de pantalla solar es importante para la protección contra los efectos dañinos de la luz solar, existen alternativas: estas incluyen otras pantallas solares químicas, así como el uso de vestimenta que proteja del sol en la playa y en el agua».

Los investigadores abrigan la esperanza de que este estudio llame la atención acerca de los peligros que plantea la pantalla solar al medioambiente marino y promueva el uso alternativo de ropa de baño que proteja contra la luz solar.