Los movimientos oculares rápidos del sueño restablecen instantáneas del sueño

Un estudio basado en datos neuronales poco frecuentes ofrece la primera evidencia científica del vínculo que existe entre el movimiento ocular rápido, las imágenes de sueño, y la actividad cerebral acelerada. Cuando movemos los ojos durante el sueño MOR, de acuerdo con el estudio, algunas regiones específicas del cerebro muestran picos repentinos de actividad que se parecen a los patrones que se dan cuando se nos muestra una nueva imagen, lo que sugiere que los movimientos oculares durante el sueño MOR son los responsables del restablecimiento de nuestras «instantáneas» en el sueño.

La investigación, publicada esta semana en Nature Communications, fue dirigida por el doctor Yuval Nir, de la Facultad de Medicina «Sackler» de la Universidad de Tel Aviv en colaboración con el profesor Itzhak Fried de la Universidad de Tel Aviv, también del Centro Médico de Tel Aviv y de la Universidad de California, Thomas Andrillon del Laboratoire de Sciences Cognitives et Psycholinguistique en Paris, y el doctor Giulio Tononi y la doctora Chiara Cirelly de la Universidad de Wisconsin, Madison.

En lo profundo del cerebro

«Nuestro objetivo fue el de examinar lo que se da en lo profundo del cerebro durante el sueño MOR, específicamente cuando tiene lugar el movimiento ocular rápido», afirma el doctor Nir. «La investigación pionera del doctor Fried en pacientes con epilepsia en la Universidad de California ofreció una oportunidad única de juntar los datos necesarios: la actividad de las neuronas que se encuentran en lo profundo del cerebro humano».

La investigación para el estudio se hizo en 19 pacientes epilépticos en el Centro Médico de la Universidad de California, quienes precisaban un monitoreo invasivo de la actividad cerebral previo a una extirpación potencial por vía quirúrgica de aquellas áreas del cerebro que provocaban convulsiones. Se implantaron electrodos en lo profundo del cerebro de los pacientes para monitorear la actividad cerebral durante tres días. Estos electrodos sirvieron para proporcionar aquella información excepcional que se requería para demostrar la existencia de un lazo entre los movimientos oculares, las imágenes de los sueños y la actividad cerebral.

«Nos enfocamos en la actividad eléctrica de cada neurona por separado en el lóbulo temporal medial, un grupo de regiones del cerebro que sirven de puente entre el reconocimiento visual y los recuerdos», afirma el doctor Nir. «La investigación previa del profesor Fried ya había demostrado que las neuronas de estas regiones se activan poco después de que observamos fotografías de lugares y personas conocidos, como por ejemplo Jennifer Aniston o la Torre Eiffel, incluso cuando cerramos los ojos y nos imaginamos estos conceptos».

Además de monitorear la actividad cerebral del cerebro con la ayuda de electrodos intracraneales, los investigadores también registraron electroencefalogramas del cuero cabelludo, el tono muscular, y los movimientos oculares para identificar períodos de sueño MOR y detectar el momento justo en que se da el movimiento ocular rápido.

Imágenes, despiertos y dormidos

«La actividad eléctrica del cerebro durante los movimientos oculares rápidos en el sueño es muy parecida a la que se da cuando se les muestra imágenes a las personas», afirmó el doctor Nir. «Muchas neuronas, incluidas aquellas del hipocampo, manifiestan una repentina explosión de actividad poco después de que se dan movimientos oculares en el sueño, los que se suelen observar cuando estas células están «ocupadas» procesando nuevas imágenes».

«Los hallazgos de la investigación sugieren que los movimientos oculares rápidos revelan el momento en que el cerebro da con una nueva imagen en un sueño, en forma similar a la actividad cerebral en las que uno da con imágenes visuales durante la vigilia», dice el profesor Fried.

«Cómo y por qué se dan los movimientos oculares es de importancia», sostiene Nir. «Y esos momentos constituyen un palco preferencial que nos brinda la oportunidad de estudiar la actividad cerebral».