Un programa de entrenamiento computarizado de la UTA reduce el riesgo de que los soldados desarrollen trastorno de estrés postraumático (TEPT)

El entrenamiento apunta a «amenazas» inocuas antes del combate para impedir el TEPT.

Tel Aviv. El entrenamiento de atención computarizada podría impedir el desarrollo del TEPT en soldados expuestos al combate de acuerdo con un nuevo estudio hecho por investigadores de la UTA.

«Se empleó el entrenamiento para la modificación del sesgo de atención (EMSA) —una intervención computarizada— para ayudar a los soldados a prestar atención a las amenazas de precombate, lo que reduce el riesgo de episodios de TEPT», afirma el profesor Yair Bar-Haim, de la Escuela de Ciencias de la Psicología y de la Escuela de Neurociencia «Sagol» de la UTA, quien dirigió al equipo de investigación. Se diseñaron cuatro sesiones de EMSA para mejorar el monitoreo de los soldados ante las amenazas, las cuales se impartieron durante el entrenamiento básico y antes de la entrada en combate, lo que mitigó en dos tercios el riesgo de TEPT luego de la exposición al combate.

El estudio fue realizado en colaboración con las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), el Instituto de Investigación del Ejército «Walter Reed» y los Institutos Nacionales de Salud. Los resultados fueron publicados en Psychological Medicine.

Enfocarse en un único factor

«Las personas con TEPT posiblemente se muestren alertas e hiperexcitables, tiendan a evitar amenazas y vuelvan a experimentar de manera incontrolable eventos traumáticos», señala el profesor Bar Haim. «Pero hay un factor en común relacionado con el TEPT que surgió de nuestros estudios con soldados en el transcurso de los años: la dificultad de asesorar y monitorear amenazas potenciales.»

El profesor Bar Haim explica estas dificultades:

En 2008 hicimos un seguimiento de grandes grupos de soldados de infantería desde el entrenamiento básico hasta el combate real. Descubrimos que los soldados que evitaban las amenazas potenciales que se les presentaba en un monitor de PC tenían un riesgo más grande de contraer el TEPT después de un combate real.

Uno pensaría que un soldado de combate estaría más atento a las amenazas externas que una persona que va caminando por la calle. Sin embargo, psicológicamente, el soldado que evita el procesamiento de amenazas es más pasible de desarrollar síntomas de TEPT. Nuestro «tratamiento de atención frente a amenazas» ofrece formas protectoras de procesamiento de amenazas durante el combate contrarrestando patrones de evitación de las amenazas inapropiados.

En estas instancias se está preparando el programa para su implementación a escala total por parte de las FDI. Si los resultados se repiten con las fuerzas de los Estados Unidos, es probable que el ejército de ese país también lo implemente. «También podrían beneficiarse otras poblaciones en riesgo, como los primeros intervinientes de la policía y los bomberos», señala Bar Haim.
Reducir en dos tercios el TEPT

Se asignaron 719 soldados de las FDI, de entre 18 y 27 años a uno de dos grupos. El primero recibió el EMSA, mientras que el segundo no recibió ningún entrenamiento. Se midieron los síntomas del TEPT al comienzo del período del estudio, en un control a los seis meses, diez días después de una exposición al combate real y cuatro meses después de aquel. Los resultados demostraron que los soldados que fueron entrenados siguiendo el protocolo de EMSA tuvieron solamente tres veces menos de riesgo de contraer el TEPT después del combate en relación con los soldados que no habían recibido entrenamiento.

«La eficacia comprobada del EMSA en este estudio, la numerosa población que corría riesgos elevados y los bajos costos de diseminación del EMSA garantizan la investigación a mayor escala», dice el profesor Bar-Haim. «Nuestros datos también sugieren que los efectos del EMSA pueden durar hasta cuatro meses después del entrenamiento inicial», concluye Bar Haim. En estos momentos, trabaja en conjunto con las FDI en la implementación a gran escala del programa en el ejército.